samedi 24 février 2018

Alice Guy como cineasta, una auténtica conspiración de silencio.


Alice Guy como cineasta, una auténtica conspiración de silencio.

Alice Guy: A Female Pioneer from Flicker Alley on Vimeo.Dos mujeres, dos, fundamentales en la historia del cine son las protagonistas del cartel que Mamen Moreu ha realizado para anunciar la decimoctava Muestra de Cine realizado por Mujeres en Huesca.


En blanco sobre fondo amarillo destaca a gran tamaño Alice Guy (1873-1968), la mujer visionaria que antes que Georges Méliès entendió las inmensas posibilidades del cine. Entre los muchos experimentos que esta mujer llevó a cabo están las primeras películas en color y las primeras con sonido. Realizó la primera película, A Food and His Money, protagonizada íntegramente por actores negros en un momento en que a los actores blancos se les pintaba la cara para hacer de negros y en un contexto político social de racismo extremo. También firmó la primera superproducción de la historia del cine, La vida de Cristo en 1906 y la primera película feminista, Las consecuencias del feminismo (1906). Más de 1000 películas en 24 años (historias bélicas, dramas sociales, western, ciencia ficción, adaptaciones literarias…), además de fundar varias productoras con su marido. El divorcio en 1922 fue el principio del fin para Alice Guy como cineasta, una auténtica conspiración de silencio que no ha sido rota hasta el siglo XXI, a pesar de que sus últimos años los pasó luchando contra el olvido, contra su exclusión en la historia del cine.
En tamaño menor, con traje masculino, como a ella le gustaba, Dorothy Arzner (1897-1979), única mujer directora en el Hollywood de los años 30, primer miembro femenino del Sindicato de Directores de América en el que ingresó en 1933. Fue script, escenógrafa, montadora, recortadora de negativos, mil y un oficios del cine antes de dirigir la primera película, encargo de la Paramount, Fashions for Women (1927), a la que seguirían 19 películas como directora; entre ellas la primera hablada que produjo la Paramount, The Wild Party (1929), Dance, girl, Dance (1940), protagonizada por Lucille Ball, una película que desnuda el lado oscuro del music-hall, así como Anybody`s Woman, protagonizada por Katherine Hepburn, en la que se cuestionan los roles sexuales. En general, sus personajes femeninos son mujeres independientes, complejas, alejadas del imaginario romántico en el que se encerraba a las mujeres en el cine y en la vida. Ella misma, una mujer valiente que vivió desde 1930 hasta su muerte con Marion Morgan, bailarina y coreógrafa. Los últimos años de su carrera los dedicó a la enseñanza, como profesora de cine en la Universidad de California.
Las chapas colocadas en el vestido de Alice Guy, la del reciente movimiento Me Too y el símbolo feminista, son el guiño divertido y reivindicativo con el que Mamen ha querido acercar a estas dos pioneras a la época actual.

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